Las envergaduras recorren la madera como arrugas de un rostro adulto que vió una vida pasar.
Sintió cosquillas con el cepillo de una escoba que le sacó el polvo para prometer una nueva vida.
Escuchó los susurros llenos de esperanza de dos voces que se prometían un para siempre.
Percibió las caricias de unas pequeñas que daban sus primeros pasos con un gateo lleno de determinación.
Se resecó con la...